Las nuevas tecnologías nos acompañan y acompañarán a lo largo de la vida. Supone un beneficio para nosotros integrarlas en nuestra vida, pero el problema es cómo debemos hacerlo y si estamos realmente preparados para esto.
En el ámbito educativo las nuevas tecnologías pueden llegar a ser muy útiles e incluso imprescindibles. Por ejemplo, en muchas escuelas se han sustituido las pizarras clásicas por pizarras electrónicas; muchos colegios disponen de proyectores y ordenadores para cada clase; y no olvidemos la nueva ley que dará un ordenador portátil a cada alumno de quinto de primaria. ¿Pero estamos realmente preparados para usarlas? Tanto para los profesores como para los alumnos significaría dejar la inmigración digital y pasar a ser nativos. Hecho que nos es beneficioso pero que supone un esfuerzo por parte de los distintos implicados.
La escuela debería enseñar a los profesores con menos conocimientos sobre informática y nuevas tecnologías como usarlas, y también acostumbrar a los alumnos a tener como rutina mirar y comprobar sus tareas digitales.
Los profesores deberían invertir tiempo y esfuerzo en adaptarse a estas tecnologías y no todos están dispuestos a invertirlos.
En la imagen vemos como el maestro halaga las nuevas tecnologías pero no las usa para su enseñamiento. Y creo que esta es la situación actual de las tecnologías en la educación, se ve su utilidad, pero también el desconocimiento sobre cómo usarlas.
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